Hostal Rural Los Palacios

Situado en un enclave de belleza singular especial para los amantes del turismo rural y el contacto con la naturaleza, la ciudad de Albarracín propone una forma diferente de vivir unas vacaciones tranquilas e inolvidables. 

Entre los alojamientos con encanto que ofrece la ciudad el Hostal Rural Los Palacios, situado en el casco histórico de Albarracín y más precisamente en el tranquilo barrio de Los Palacios, dispone de 16 confortables habitaciones, una individual y 15 dobles, todas ellas con baño privado. 

Asimismo, el hostal ofrece magníficas vistas a los contrafuertes de la Catedral, el Portal del Agua y la Alcazaba árabe, con habitaciones decoradas en estilo tradicional y contando todas ellas con calefacción, televisión y WiFi. 

Las habitaciones se encuentra distribuidas en tres plantas, en la superior se encuentran seis de las cuales cinco ofrecen dos camas, en la planta de entrada del hostal existe también una amplia habitación con dos camas con terraza y una individual con ventanal, además de tres habitaciones dobles de las cuales una tiene terraza. 

Un edificio anexo completa la oferta con otras habitaciones de las cuales una es de matrimonio y las demás cuentan con dos cama, existiendo la posibilidad de colocar en ella camas supletorias. 

El Hostal Rural Los Palacios ofrece además a sus huéspedes servicio de cafetería donde además pueden disfrutar de televisión y vídeo, en tanto que durante el verano se habilita la terraza del establecimiento ofreciendo un excelente espacio al aire libre con magníficas vistas. 

El servicio de restaurante del hostal ofrece tradicional gastronomía casera preparada con productos frescos de la zona, con especialidades como carnes a la brasa, estofado de ciervo, además de excelentes conservas de cerdo, postres y helados caseros sumándose a todo ello una variada carta de vinos en un menú por demás asequible. 

Para llegar al Hostal Rural Los Palacios y una vez en Albarracín los viajeros deberán cruzar el túnel con dirección a la sierra para girar a la derecha tomando una empinada cuesta que lleva hasta el aparcamiento situado unos metros antes de la puerta del establecimiento. 

Muy cerca del establecimiento se encuentra La Masia, una casa de labor que alberga una finca agricola-ganadera, con una extensión de más de trescientas hectáreas de las cuales unas ochenta son de labor y se producen allí cereales y forraje. 

El que hoy funciona como edificio principal fue en el pasado una vivienda y tras su recuperación se ha creado un bar y restaurante, mientras que en los graneros existe un museo que expone utensilios utilizados en la antigüedad para las labores.