Este año como cada 30 de abril se ha realizado la tradicional ronda de los Mayos en la Sierra de Albarracín, una fiesta que ha incluido actuaciones de jotas y diversos conciertos.
Los Mayos de Albarracín son una antigua tradición que se viene celebrando desde hace más de cuatro siglos y cuya finalidad era el emparejamiento de los mozos y mozas solteros del pueblo.
Según la tradición que marca los Mayos de Albarracín, antes de comenzar la ronda los mozos se reunían en una bodega para degustar una sabrosa y suculenta cena.
Más tarde, se realizaba el sorteo de las Mayas y cada mozo casadero de la localidad le tocaría a una de las mozas por azar.
Esta curiosa costumbre sigue hoy teniendo vigencia y se realiza en varias localidades de la comarca como Albarracín, Guadalaviar, Gea, Noguera y Jabaloyas.
La antigua tradición de “Los Mayos” en la Sierra de Albarracín, es una reminiscencia de las antiguas “fiestas de la fertilidad y la llegada de la primavera” y se la ha mantenido vigente a través del paso del tiempo tomando distintas formas en algunos de los municipios de la zona.
Curiosamente,
Los Mayos es una costumbre que se va extendiendo cada vez más a los municipios de toda la provincia de Aragón y quienes proponen esta fiesta dicen que se trata de una manifestación y de un movimiento de recuperación de las más viejas tradiciones folclóricas.
La música es la de siempre, aquella que ponen las típicas rondallas y completan los cantadores de jota como grandes protagonistas.
Mayos son los cantos que se dedicaban a las solteras durante la noche del 30 de abril al 1 de mayo, se trata de verdaderos “poemas de amor” que la mayoría de las veces se componían para la ocasión.
A pesar del paso del tiempo en la actualidad es posible escuchar los testimonios de personas mayores que han vivido desde siempre en distintas localidades de la Sierra de Albarracín, y que apuntan siempre a ritos similares.
Estos antiguos pobladores de Albarracín dicen por ejemplo, que la noche comenzaba con un sorteo del que participaban los mozos solteros, reunidos en un local y que aprovechaban para merendar o cenar, mientras preparaban tantas papeletas como mozos y mozas había en el pueblo, con los nombres de cada uno de ellos.
Hoy, en todos los municipios donde aún subsisten Los Mayos se sigue cantando a la Virgen, pero no en todos se celebra el sorteo mientras que en otros fueron cambiando las destinatarias de los cantos.
En Bronchales se canta a las Reinas de las Fiestas o las mozas que se casan, también las mismas destinatarias son el objeto de los cantos en Albarracín, mientras que solo en Noguera y Guadalaviar se mantiene el tradicional sorteo.
Aún hoy es posible encontrar en la Sierra de Albarracín parejas que iniciaron su relación en una fiesta de los Mayos y en la capital de la comarca siguen reuniéndose para esta fecha cientos de personas que acompañan a los cantadores y tañedores.
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