Catedral de Albarracín

Conservada de forma excelente la Catedral de Albarracín comenzó a construirse en 1572 y recién fue culminada la obra en el año 1600 con la terminación de la torre.

Diversos maestros como Martín de Castañera y Quinto Pierres Veder, además de Alonso del Barrio de Ajo, participaron en el diseño y posterior construcción de este magnífico templo.

Así, Martín de Castañeda, realizó la cabecera y el coro mientras que Quinto Pierres Vedel, fue el encargado de la construcción de la nave y un claustro adyacente, en tanto que Alonso del Barrio de Ajo se distinguió como el artífice de la conclusión de la torre que daba por finalizada la obra.

Con una única nave y capillas entre los contrafuertes además de encontrarse cubierta con bóvedas de crucería tradicionales en las iglesias de estilo gótico levantino, la Catedral de Albarracín tiene también un coro a los pies de la nave, con una importante infraestructura que fue necesario realizar donde se destacan grandes contrafuertes que además sirvieron para darle una vista de profundidad al espacio que ocupa.

Durante el siglo XVIII tanto la nave como el claustro fueron redecorados añadiéndose pilastras y cornisas de estilo barroco que le brindaron al edificio el aspecto que presenta en la actualidad.

Siguiendo el mismo estilo la capilla del Pilar la más suntuosa de todas las que posee la iglesia que sirve para realzar la verticalidad y luminosidad del espacio, añadiéndose una decoración a base de estucos, mármoles y un hermoso retablo ricamente decorado en dorado con la imagen de la Virgen del Pilar.

Realizado en 1566 por Cosme Damián Bas el retablo mayor con diferentes escenas evangélicas siendo la principal la Transfiguración de Jesucristo en el monte Tabor, además del preámbulo de la Resurrección del Salvador. 

Otras escenas menores hacen distintas referencias a la intervención de la Virgen María con los profetas y evangelistas, anunciadores de la Encarnación de Cristo. Por último el coro posee una bonita reja realizada en 1669 y en su interior puede apreciarse una sillería del siglo XVI de estilo manierista.